Oda a esa alegre distancia

Qué más encuentra entre rutas indispuertas
un verano forastero que invade el calendario
y juega a ser duende de tierras frescas
a tener oro, a sin más comprar el tiempo;
qué hacer con esa ridícula distancia entre alma y cuerpo
más importante, podrá encontrarse en un abrazo,
de esos a distancia, algún mordisco o manotazo
algún signo de resistencia a ella, que equipara
todo cuanto puede existir en la espera
Pensar exorciza el tiempo, los horarios
los inexpugnables segundos, tan raudos ellos;
las sonrisas para reir si es necesario,
y del miedo los miedos .
qué mas enseña esa ufana distancia
sino que el hogar está allí
donde alguien recuerde tu nombre
o espere una taza de té