Sunday, December 21, 2008

Salar

La idea nació
y antes que sus pies entiendan el suelo,
su sombra, su cuerpo, tenían precio;
un peaje, una usura más grande
que un pecado original
o el ojo de esa aguja impía
que lo único que anhelada
era cualquier cosa excepto
sentir dentro de sus entrañas
esa caravana de camellos hacia los Eliseos.

Plan divino

Camino

e intento completar

a pasos agigantados

aquel plan divino

que no era para mi humanidad

Bella durmiente

Alma envenenada de recuerdos
que duermes más allá de mi alcance
Tu sueño el secreto esconde
de quien nace entre los muertos

Nadas en un mar de nombres
entre intentos y retazos
Escapas de mi casi abrazo
sin que quieras ni lo logres

Qué penosa es la visión
de tus labios color malva
sumidos en la queda calma
de la falla en mi misión

Los quizás ya no te alcanzan
tú ni siquiera los dueles
en el pecho sólo se te alzan
tallos de miradas crueles

Qué ingrato es el rescate
que demanda el tiempo perdido
Los pasos que nos guiaban
desde entonces no han dormido

Tarde de agosto

Tengo las alas listas para enamorarse de tu vientre
mi sangre acaba de nacer de tu estridencia
Si me cazas, no me resistiré a tus fauces
y te cantaré por siempre

Una Taza sin asa

Niemand von denen da drinnen weiß natürlich dass ich vor genau fünfundzwanzig Jahre unter einem Weihnachtsbaum geboren wurde und dass fünfundzwanzig Lebensjahre ein erstaunlich hohes Alter für eine simple Kaffetasse sind.

-Heinrich Böll


Es por estas fechas cuando más nostalgia en mí se empoza
al fondo de mis entrañas enlosadas;
no hay remedio y, sin embargo,
los vecinos se empecinan en prender luces mil colores,
en tejer sus árboles y guirnaldas
en revivir mis ojos ciegos.
Cuánto ha crecido esta ciudad y su incertidumbre
por aquí y por allá han crecido edificios
todos, cada uno los recuerdo,
aunque nadie más parezca recordar mi nombre.

Entraban siempre, a veces sin brazos, a veces sin pies
por consiguiente, a veces sin caminos
y otros, sin saludos ni abrazos
recuento de daños a través de los años
que lleva la vida encantando heridas
uniendo pedazos rotos al paso
siguiendo ajenos caminos y sueños
y cómo es de malsana su naturaleza humana
que aunque se dan las manos que no tienen
o el aliento de su más tierna añoranza
jamás perdonarían a quienes les discriminen
o usarían una taza sin asa.