No quisiera hacer afirmaciones apresuradas, pero, a estas alturas, parezco haber encontrado alguien con quién compartir más que una caminata interesante (al menos, cuando no interesante o profunda, sí divertida). Según mis averiguaciones, no existe algo semejante a un «orgullo chino». Se me hace que todo aquello es, perdón por la redundancia, cuento chino.
Ok. Valgan verdades, las ¿60? cuadras que caminamos de regreso a su casa quedan siempre cortas. Es extraño. Supongo que tuve que declinar un poco mi ¿orgullo? y aceptar que me inviten una porción de mazamorra + arroz con leche de la señora de la esquina (que, dicho sea de paso, estaba rico). Sin embargo, lo mejor no estuvo en el sabor, sino en el compartirlo.
Well... let´s get things straight. ¿De dónde saliste? En realidad, antes de saber de dónde provienes, me interesaría más saber dónde estuviste escondida todo este tiempo. Estaría a favor de la clonación si pudiera hacer una réplica de ella y quedármela por siempre. No puedo decir que esta personita, con un par de semanas en mi vida, la haya cambiado. Sin embargo, si bien lo único que ha cambiado hasta ahora es que llego más tarde a mi casa, tengo un buen mal-presentimiento en cuanto a ella. Lo que más detesto de la situación es que sólo el tiempo tenga las respuestas, porque aparentemente ni ella ni yo las tenemos. Veo en ella un complejo de camioneta jeep 4x4 todo terreno que la hace pensar que puede superar todos los obstáculos y baches encontrables en las trochas de la selva virgen de la vida (la vida futura que aún no vive). Lo peor de todo es que veo en ella el mismo complejo que me ha mantenido vivo estos últimos años; lo peor de todo es que me siento identificado con ella, con su mente, con su vida, con su calidez, con ese cariño que no es mío y que a veces me deja ver.
I´m listening to Three libras.... a perfect song for a situation like this, except that I´m virgo, she´s sagittarius and he, well, should I care? Instead of walking tonight, I chose writing.
